miércoles, 30 de abril de 2008

Castillos en el aire

Alberto Cortez es uno de los más prolíficos autores y cantantes argentinos del s.XX. Magnífico compositor y mejor poeta, a él debemos una gran cantidad de temas, quizá no del todo conocidos por estos lares, y mucho más en tiempos como en los que vivimos. Sin embargo, indagando un poco en su, por otra parte, extensa discografía, podemos encontrarnos con muy gratas sorpresas. Más que canciones nos toparemos con magníficas poesías, confeccionadas con un lenguaje sencillo y cercano que nos hablan de lo divino y de lo humano. Letras cargadas de rebeldía de compromiso social y por supuesto de amor.

Una de sus más conocidas composiciones es ‘Castillos en el aire’ (1980). La escuché muchas veces de pequeño. Después, durante un tiempo le perdía la pista. No conocía el título, ni el autor, ni siquiera recordaba la letra completa. Nadie supo darme referencias de ella. La volví a escuchar tras, ya digo, muchos años en una actuación televisiva de Dyango. Esto acabó de despistarme del todo, pues a partir de entonces orienté mi búsqueda en esa dirección, lo cual resultó del todo equivocado. No ha sido sino hasta hace bien poco y gracias a la inestimable ayuda de Internet, que he logrado recuperar esta pieza que se hallaba grabada en mi memoria, pero que el paso del tiempo ya había desgastado en demasía, hasta casi borrarla.

Castillos en el aire es un cuento, la historia de los vencidos, de los inconformistas, de los soñadores, en definitiva de los locos. Persiguiendo un ideal, ridiculizados por todos, son finalmente derrotados por una sociedad que se queda perpleja al constatar como aquel que todos tachaban de “pobre idiota” logra alcanzar la dicha. Los vencidos, ya digo, que no los perdedores. Personas a las que se les lastra el corazón con piedras, a fin de tenerlos controlados, bien cerca del suelo, para que compartan el mal de muchos, que no es consuelo de nadie. Personas a las que se extirpan las alas y con ellas la envidia de la mirada de aquellos que jamás se atrevieron a ser felices.

Me gusta identificarme con ese loco, con el “pobre idiota” que pretendía “volar igual que las gaviotas”, aunque de sobra se que yo no soy como él. Sin embargo no siento envidia, si no admiración por los que lo arriesgan todo por un sueño imposible... de ellos es la vida.


Castillos en el aire - Alberto Cortez




PD. No es del todo cierto que yo, de vez en cuando, no construya mis castillos en el aire y logre tomar algo de altura... qué triste sería todo de no ser así...

martes, 22 de abril de 2008

Summer son

He de admitir que esta canción al principio no me llegó. Confieso que durante algún tiempo he tenido bastantes prejuicios en lo que se refiere a la música. Así, por ejemplo, todo lo que sonase electrónico y bailable me producía cierto rechazo. Afortunadamente poco a poco me he ido despojando de esos prejuicios y trato de escuchar todo tipo de estilos y quedarme con lo que de cada uno me gusta. De esa forma he rescatado, por ejemplo, este 'Summer son' del grupo escocés Texas. Un tema pop, muy bailable y con unas guitarras contundentes, pertenecientes al LP 'The Hush' de 1999.

Como ya digo, Texas es una formación escocesa, que toma su nombre de la película 'Paris, Texas' (1985) cuya banda sonora fue una gran influencia para los miembros fundadores, y que editó su primer álbum allá por el año 1989 bajo el título 'Southside', álbum que incluía una de las más celebérrimas canciones del grupo: 'I don’t want a lover'. Texas es el proyecto musical de Johnny McElhone veterano bajista de la escena rock de su país, al que se incorpora como cantante una chica espectacular y de voz prodigiosa: Sharleen Spiteri. Ambos se encargarán de las tareas de composición de los temas. A ellos se les unirán Ally McErlaine, como guitarrista, Stuart Kerr, como batería y Eddie Campbell a los teclados. Aunque la formación ha ido variando a lo largo de los años, añadiéndoseles y perdiendo miembros según las circunstancias.

En sus tres primeros LPs, Texas factura un rock con sonoridades influenciadas por el blues, de destacable calidad en el primero de ellos, pero que fue perdiendo frescura, en los dos siguientes, hecho que acabó pasándoles factura en el capitulo de ventas. Ésto les hizo replantearse se carrera, y tras un parón de 4 años regresan en 1997 con 'White and blonde', disco que supuso un punto de inflexión en lo musical. El cambió les devolvió a las listas de éxito y se ve confirma en los siguientes álbumes de estudio. Su sonido había evolucionado hacia el soul, el pop y la música disco. Las guitarras pierden protagonismo frente a los secuenciadores y samplers. De esta nueva etapa surgen temas como 'Say what you want' (que podríamos considerar ya un clásico del grupo de Glasgow) o éste 'Summer Son' que hoy os traigo, editado como single, y que como no, nos habla un poco de los amores de verano, con un ritmo que invita a moverse.

Summer son - Texas

jueves, 10 de abril de 2008

Boadicea

Hubo una época en la que nunca faltaba en mi mochila de viaje una cinta que contenía los dos primeros álbumes de Enya, ‘The Celts’ y ‘Watermark’. Asiduo lector de fantasía épica (esta era prácticamente la única literatura de la que me alimentaba en aquel entonces), escuchaba una y otra vez los temas registrados en el casete, y mientras contemplaba el paisaje desde la ventanilla del vehículo que me transportara en esa ocasión, mi imaginación volaba por los campos cuajados de verdes brotes de cereal, recorriendo, bien a pie, bien a caballo las ondulaciones que el terreno presentaba. Otras veces ascendía grises y amenazadoras estribaciones montañosas y algunas otras recorría angostos caminos cuajados de despeñaderos, siempre en pos de alguna aventura. Artefactos antiguos, minas ocultas... en realidad nunca pensaba en el acontecimiento que podía haber desencadenado aquel viaje, ni cual sería el final del mismo, a mi imaginación sólo le importaba el camino, al fin y al cabo eso era y sigue siendo lo primordial. No importa donde acabemos, lo importante es lo que ocurre hasta que llegamos a nuestra meta. Las experiencias vividas, lo que nos encontramos durante el viaje, eso es lo que nos enriquece. El camino.

"El camino sigue y sigue desde la puerta
el camino ha ido muy lejos, y si es posible he de seguirlo
recorriéndolo con pie decidido hasta llegar a un camino más ancho
donde se encuentran senderos y cursos
¿Y de ahí adónde iré? No podría decirlo".



Eithne Patricia Ní Bhraonáin, cantante y compositora de música new age, nació en 1962 en el Condado de Donegal (Irlanda). Su seudónimo, Enya, proviene de la adaptación a la fonética y ortografía inglesa de su nombre. Sus inicios musicales los encontramos en Clannad, grupo familiar al que perteneció hasta 1982, momento en el que se lanza a la carrera en solitario debido a ciertas rencillas acontecidas en el seno de la formación.

Tras componer y cantar algunos temas para bandas sonoras y editar un EP de escasa repercusión, la BBC contrata a Enya para que sonorice una serie documental sobre los celtas. Esto dará lugar al primer álbum de la irlandesa titulado ‘The Celts’ (1987), que obtuvo un gran éxito en los mercados británico y estadounidense, pero que no trascendió al resto del mundo hasta después de la publicación de ‘Watermarks’ (1988), primer gran éxito internacional de la artista.

Aunque el auge que la música new age experimentó a finales de los 80 fue remitiendo poco a poco en la década de los 90, Enya ha seguido editando discos y cosechando éxitos, si bien cada vez menos multitudinarios. Personalmente, le perdí un poco la pista a partir de su tercer álbum, ‘Shepherd Moons’ (1991), debido a una creciente afición al rock que me alejó de la influencia musical que sobre mí había ejercido mi hermano mayor (gracias al cual conocí esta y otras músicas igualmente interesantes)

‘Boadicea’ pertenece al primer larga duración que editó Enya, ‘The Celts’. Se trata de un tema instrumental, como todos los que componen el disco a excepción hecha de ‘I want tomorrow’. Boadicea o Boudica fue una reina celta que logró reunir en torno suyo a varias tribus para llevar a cabo uno de los mayores levantamientos contra la ocupación del Imperio Romano que se produjeron en Britania. Entre los años 60 y 61 d.C. aproximadamente, el ejército reunido por Boudica bajo el estandarte de Andrasta, diosa de la victoria, logró arrasar varias ciudades tomadas por los romanos, así como acabar con la Legio IX Hispana. Pero, finalmente, la disciplina y superioridad táctica de las tropas romanas pusieron fin a la revuelta protagonizada por los britanos, a pesar de que en esa última batalla, éstos se encontraban en mayor número. Boudica, consciente del desastre y ante la imposibilidad de la huída, decide suicidarse tomando veneno, para evitar de esa forma captura y desgracia.


Boadicea - Enya


viernes, 4 de abril de 2008

Sangre española

“El Pasmo de Triana domina la muerte...” así empieza ‘Sangre española’, de Gabinete Caligari, que vio la luz en forma de single en 1983 y que forma parte del LP del mismo año ‘Que dios reparta suerte’, primero del grupo.

Sorprendió mucho en su momento que una formación como Gabinete Caligari, precursores en España, junto a los Parálisis Permanente de Eduardo Benavente, de la llamada “onda siniestra”, pasasen de recrear con su rock gótico unos ambientes oscuros y opresivos, a descolgase, de repente, con un swing dedicado la mítica figura del torero Juan Belmonte. Por supuesto , con la perspectiva que nos da el paso del tiempo y teniendo en cuenta el repertorio que compondrán en sus 18 años de andadura musical, no nos extraña nada este tema y, en realidad lo vemos más cercano a lo que el imaginario popular tiene asociado con la banda madrileña por antonomasia, encontrando más ajenas al grupo canciones como ‘Olor a carne quemada’, ‘Cómo perdimos Berlín’, ‘Obediencia’ o ‘Golpes’ compuestas en los años precedentes. Sin embargo, una atenta observación del cancionero de Gabinete Caligari nos permite darnos cuenta de que nunca dejaron de investigar nuevos ritmos y sonoridades, sin perder esa personalidad que los hace tan fácilmente reconocibles y que debe mucho a la peculiar voz de Jaime Urrutia.

En 1981 se reúnen en un estudio de grabación Edi Clavo (batería), Ferni Presas (bajo) y Jaime Urrutia (voz y guitarra) para registrar dos canciones ‘Golpes’ y ‘Sombras negras’ que, junto con otras dos de sus camaradas Parálisis Permanente, darán forma el debut discográfico de ambos grupos (autofinanciado y bajo el sello discográfico Tres Cipreses, creado por ellos mismos para la ocasión y que con posterioridad sería absorbido por DRO). Los dos primeros provenían de Ella y los Neumáticos, un grupo mod con una jovencísima Christina Rosenvinge como Ella y Jaime había militado en el combo Ejecutivos Agresivos que manejaban sonidos como el ska tan en boga en las islas británicas.

La idea original de estos tres jóvenes nada tenía que ver con los que después sucedió. Ellos habían pensado formar un grupo tipo Madness, mas acorde con lo que hasta entonces habían hecho. Pero se cruzaron en su camino unos vinilos de after-punk británico que el entonces Pegamoide Eduardo Benavente se trajo bajo el brazo después una aventura londinense tras las faldas de una chica y, como suele decirse en estos casos, el resto ya es historia. El nombre del grupo, la estética y el sonido se vieron influenciados por esta nueva música. Pero al poco tiempo otra eventualidad bien distinta hace cambiar definitivamente el rumbo de esta formación. Jaime y Edi, cantante y batería, son llamados a filas, lo cual supone un parón en la actividad de Gabinete Caligari, pero, a cambio, supuso también la ampliación del espectro musical de la banda. En palabras de ellos mismos, en le cuartel sólo se escuchaba a Los Chichos, Los Chunguitos y demás. Los Caligari se dieron cuenta de que a parte del rock y la música de influencia anglosajona había algo más y que la mayoría de la gente escuchaba esa otra música de raíces españolas. Así pues, quitándose los complejos de modernidad que lastraban a la mayoría de grupos, se lanzaron a mezclar esa base rockera que poseían con las influencias de música y temática cañí. De esa mezcla salen aproximadamente la mitad de las canciones que conformaron este primer álbum del grupo, ‘Que dios reparta suerte’. El resto de temas pertenecen a su anterior etapa y habrían formado un disco propio de no ser por la incorporación al servicio militar que sufrieron cantante y batería (a mediados de los 90 sí editan un cd bajo el título de ‘Sombras Negras’ recopilando todos los temas de su época siniestra).

Así pues, en ‘Que dios reparta suerte’ nos encontramos una amalgama de estilos que van desde el psyco-billy con acompañamiento de castañuelas del tema que da título al LP, hasta canciones de oscura temática como ‘Grado 33’, pasando, por supuesto, por el swing cañí de ‘Sangre española’. Para rematar la confusión de estilos, los miembros del grupo aparecen en la portada fotografiados con indumentaria rocker en el poblado vaquero del desierto de Tabernas (en Almería).

Portada y contraportada del sigle "Sangre española"

‘Sangre española’ sirve de homenaje a la figura de Juan Belmonte, rememorando su trágico final. Este torero sevillano, nacido en 1892, rival en los ruedos y amigo fuera de ellos de José Gómez Ortega “Gallito” (o “Joselito”), miembro de hecho y de derecho de la “Generación del 98” (sólo que él expresaba su arte de forma diferente al resto), fue autodidacta y rompió con el paradigma considerado hasta entonces ley natural de "o te quitas tú o te quita el toro" y lo transformó en "no te quitas tú ni te quita el toro, si sabes torear". La aportación de Belmonte al toreo fue en esencia de carácter estético, convirtiéndose en el nuevo patrón a seguir por las futuras generaciones de toreros.

Juan Belmonte, convertido ya en un ganadero de casi 70 años, perdió la vida por voluntad propia en 1962, pistola en mano. Aunque él ya estaba muerto, murió al 16 de mayo de 1920 en la plaza de toros de Talavera de la Reina, junto con su eterno rival y sin embargo amigo “Joselito el Gallo”. Finalmente, en esa rivalidad que los medios habían creado entre ambos, a ojos del maestro Belmonte, su amigo le había ganado la partida.

En cuanto a mi historia personal con respecto a esta canción, podría contarla, pero ‘Sangre española’, al igual que el resto de temas creados por Gabinete Caligari, ha empapado el tejido de más de la mitad de mi existencia de tal manera, que me resulta imposible desentrañar en que modo y momento empieza a formar parte de mi, por lo que finalmente tendría que contar mi vida casi por completo, y creo que esta entrada ya es suficientemente larga ¿no os parece?


Sangre española - Gabinete Caligari


martes, 1 de abril de 2008

La Estatua del Jardín Botánico

Cayó en mis manos allá por el 89 (ha llovido un poco desde entonces, no?)el disco en directo de Radio Futura, Escuela de Calor. Por aquellos entonces me gustaba comprar directos de lo más variados (A por ellos... que son pocos y cobardes, de Loquillo y los Trogloditas; Serious Hits Live, de Phil Collins...), y es que siempre he odiado la música enlatada y los playbacks.

Creedme si os digo que durante más de año y medio ese cassette (tal fue el formato elegido)apenas salíó de mi inseparable walkman, y puedo dar fe de la buena calidad del mismo, porque no se rompió ni perdió calidad de audio con toda la tralla que le dí. Imagino que dada la edad en que me encontraba y la situación personal de entonces contribuyeron a hacer que "perdiera" horas al día reflexionando, pensando, comiendome el tarro con los hermanos Auseron como banda sonora perpetua. Y es que había temas que, a poco que rascaras, te contaban cosas muy interesantes.

Y uno de esos temas era "La estatua del Jardín Botánico". Era aquella una edad muy mala, empezaban los escarceos más o menos amorosos, empezabas a definirte como persona (o personaje, en algunos casos como el mío) y cuanto más oía la canción, más me identificaba yo con esa estatua, en medio de "un jardín tan extraño", tan diferente a todo lo que le rodeaba, tan estática, pensativa, reflexiva, y dejando pasar los días "sin tomar una determinación".

Radio Futura fue, sin duda, uno de los buques insignias del panorama musical en España. Dejaron joyas como "La Negra Flor", "Escuela de Calor" o la insuperable "Anabel Lee", y también verdaderos himnos como "Enamorado de la Moda Juvenil" o la mismísima "Escuela de Calor". Luego vinieron los tiempos de "Veneno en la Piel", que le otorgaron un gran éxito entre el público y la crítica en general, aunque personalmente, para mí, fue el principio del fín de la banda. Menos mal que siempre nos quedará Juan Perro, para seguir disfrutando.

Traigo esta canción a este blog como tributo a aquellos años (que tampoco tienen por qué ser los mejores, ojo), y en honor al recién celebrado Baile de la Rosa de Mónaco, inspirado este año en la Movida Madrileña cuelgo este video con una estética muy ochentera, y con un jovencísimo Santiago Auseron:

Blog colectivo sobre música, ecléctico por definición, en el que, a modo de viejos locutores de radio, cada cual pincha y comenta sus temas musicales favoritos.

Seguidores

Con la tecnología de Blogger.