jueves, 15 de mayo de 2008

Nacidos para dominar

Las efemérides se acumulan. Cantaba Loquillo “...ha habido demasiadas muertes en el panteón del rock&roll”. Ayer hizo 25 años que murió en un accidente de circulación Eduardo Benavente joven realidad de la música española, que dejó un puñado de buenas canciones, su leyenda y la incertidumbre de no saber hasta dónde habría llegado con su talento de no ser por lo prematuro de su muerte.

Cuando uno conoce el legado de canciones que dejó Eduardo Benavente sorprende profundamente saber que su primer grupo lo formó junto a Nacho Cano, se llamaba Prisma y acabó en pelea. Después conoció a los Tequila y junto con el hermano de uno de sus miembros formó Plástico. Mientras tanto (estamos hablando de 1980) entra a sustituir al batería de los Pegamoides, huido a Ejecutivos Agresivos tras la entrada en el grupo de Ana Curra. Alaska y los Pegamoides consigues al fin una formación estable y graban “Terror en el hipermercado” y “Hospital”. Eduardo encaja perfectamente en la formación debido a la energía que imprime con sus baquetas, sin embargo ciertos problemas con la compañía de discos Hispavox le impulsaron a formar junto con su hermano Javier el grupo Escaparate aunque sin abandonar Pegamoides. En su música y estética aun se notaba la influencia del sonido Tequila.

El cambio en Eduardo Benavente se produce cuando Alaska y los Pegamoides hacen de teloneros de las Modettes un grupo de chicas minifalderas británicas. Eduardo se liga a una de ellas y se va tras sus pasos a Londres. Allí descubre el after-punk, bandas como Siouxi o Killing Joke y se vuelve de su periplo cargado de discos. Tras su regreso convence a Olivido Gara y Ana Curra para realizar otro viaje a la capital de las islas británicas y ahí se transforma definitivamente el sonido de Alaska y los Pegamoides, que por influencia directa de Eduardo Benavente se vuelve más oscuro. Esto choca de frente con Carlos Berlanga, que hasta entonces había sido el principal cerebro del invento Pegamoides y que era más cercano a la música pop, festiva, colorista y desenfadada. Este enfrentamiento dentro de las filas de Pegamoides supuso la disolución del grupo. Berlanga inició por su parte el proyecto Dinarama (al que posteriormente y de manera definitiva se unirían Olvido Gara “Alaska” y Nacho Canut que en principio permaneció junto a Eduardo).

Como ya hemos visto, Eduardo Benavente tenía en marcha un proyecto paralelo a Pegamoides llamado Escaparate en el que dio rienda suelta a ese sonido “after-punk” recientemente adquirido y que pasó a llamarse Parálisis Permanente.

Pero la influencia de Eduardo Benavente no terminó en Pegamoides. En aquel año 1980 existía un grupo, de los llamados seminales, que estaba a punto de desintegrarse y la relación de sus miembros con Eduardo hizo que los proyectos emergentes se tiñesen de negro. Así de las cenizas de los skatalíticos Ejecutivos Agresivos surgieron Gabinete Caligari, Décima Víctima y Derribos Arias, en todos los cuales se hace notar en mayor o menor medida la influencia estética del líder de Parálisis Permanente.

El primer single de Parálisis Permanente estaba compartido con Gabinete Caligari e incluía los temas ‘Autosuficiencia’ y ‘Tengo un pasajero’. El estilo de ambos grupos se englobaba en lo que se denomina “música siniestra” si bien cada grupo poseía una personalidad propia, que acercaba a la banda de Eduardo Benavente al punk mas enérgico y anárquico, mientras que los de Urrutia creaban atmósferas más oscuras y opresivas con su rock gótico.


Portada del primer single compartido por Parálisis Permanente y Gabinete Caligari


Tras este primer single editado en 1981, Parálisis Permanente saca un segundo single, ya en solitario que incluía los temas ‘Quiero ser santa’ (creada en origen para los Pegamoides), ‘Unidos’, ‘Yo no’ y ‘Un día en Texas’. En 1982 publican su primer LP titulado “El acto” que obtuvo un éxito rotundo en cuanto a ventas se refiere, superando las nueve mil copias de la primera tirada. Los conciertos se incrementan por toda el territorio nacional, tenían galas todas las semanas. En 1983 grabarán ‘Nacidos para dominar’ y ‘Sangre’ que conforman el que a la postre sería último single del grupo.

El 14 de mayo de 1983 a las cinco de la tarde, volviendo Ana (pareja sentimental de Eduardo Benavente y teclista del grupo), Toti Árboles (que había tomado las baquetas tras pasar Johnny Canut a Los Nikis) y Eduardo de un concierto en León, por la A-68 dirección Zaragoza para tocar en un festival, el Seat Ronda en que viajaban se salía de la carretera por la lluvia en las proximidades de Alfaro (La Rioja). Tras varias vueltas de campana, Eduardo Benavente fallecía de inmediato a la temprana edad de veinte años.

‘Nacidos para dominar’ pese a haber sido grabado en marzo, se editó de manera póstuma. El grupo se disuelve tras la muerte de Eduardo Benavente, cuya influyente figura paso a la categoría de mito. Jamás sabremos hasta que cotas creativas habría llegado el joven Eduardo, aunque ya se adivinaba una evolución en el sonido de ‘Nacidos para dominar’ en la que la melodía empieza a ganar protagonismo a los riffs de guitarra.

Aunque el tema más recordado de Parálisis Permanente es ‘Autosuficiencia’ toda una descripción de lo que se supone ha de ser un “siniestro”, he preferido poner para recordar a Eduardo Benavente ‘Nacidos para dominar’, que desde mi punto de vista es, musicalmente hablando, uno de los mejores temas de la banda, con un sonido más depurado.


Nacidos para dominar - Parálisis Permanente

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